charlemos un ratito.
Hace ya 4 años que estoy metida en el mundo del diseño gráfico, tan basto y próspero pero también tan delimitado por la mente y las herramientas. Siento que las posibilidades de crecimiento son infinitas pero me encuentro en un apuro si me piden mencionar algo increíble que salga de lo establecido. Amo los libros, no sé si amo corregir ríos de textos justificados. Me resulta divertido ver publicidades como las de Luchetti, pero pensar en todo el trabajo que hay detrás me genera dolor de cabeza. Es super interesante estudiar y aprender, pero cuando me toca llevarlo a la práctica siento que de alguna forma mis producciones no están a la altura. "Síndrome del impostor", me dicen mis amistades. Puede que tengan razón o puede que se trate de otra cosa, puede que la búsqueda constante de la excelencia desestime el esfuerzo que dedico en cada trabajo. No creo ser la única en esta situación, sintiéndose en un limbo, lo cual me tranquiliza un poco. Significa que puedo simpatizar y ha...